Isaías 5:5-7
7 Os mostraré, pues, ahora lo que haré yo a mi viña: Le quitaré su vallado, y será consumida; aportillaré su cerca, y será hollada. 6 Haré que quede desierta; no será podada ni cavada, y crecerán el cardo y los espinos; y aun a las nubes mandaré que no derramen lluvia sobre ella. 7 Ciertamente la viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá planta deliciosa suya. Esperaba juicio, y ha aquí vileza; justicia, y he aquí clamor. Palabra del Señor, te aclamamos nuestro Dios.
Comentario:
Los versículos de hoy pertenecen a la “Parábola de la viña”, escuchada por muchos fieles, representa la naturaleza misma, el origen de nuestras riquezas espirituales las cuales provienen del Señor. Somos parte misma de dicha viña cultivada por Dios, como plantas sembradas en ella, necesitamos protección, alimentación y cuidado contra aquellas amenazas incluso internas como las malas hiervas y espinos. Jehová nos expresa a través de Isaías, su majestuosa habilidad de poner y quitar. El nos brinda amparo y defensa cuando lo necesitamos, y de igual manera permite que sintamos muy de cerca las amenazas y de vivir periodos de hambruna, con el sencillo propósito de probar nuestro compromiso con El, de obediencia y de confianza. Formando parte este mecanismo de formación y/o reforma al proceso de crecimiento como hijos fieles de Dios.
Amén
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