Versículo del día. Salmos 131: 1-2

Salmos 131: 1-2
Jehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron; Ni anduve en grandezas, Ni en cosas demasiado sublimes para mí. En verdad que me he comportado y he acallado mi alma Como un niño destetado de su madre; Como un niño destetado está mi alma.
Oh bendita palabra de Dios, alabadicimos Señor.
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Comentario:
Dicho salmos leidos en el día de hoy fueron palabras emitidas por los labios de gran Rey David, quien gozaba de mucha Fe y confianza con el Señor, le comunicó como siendo un lider en su nación, nunca se maravillo por las cosas del hombre, para el las grandezas de muchos era insignificante, y de forma obediente disciplino su alma como un niño inocente y virgen.
Hermanos, de igual forma deberiamos de mostrarnos ante Dios, siendo siervos conscientes de que solo debemos enaltecer y sentir profundamente las cosas verdaderamente importantes, y todo lo que nos llega de Dios como el amor, la paz, la felicidad, la esperanza, ect, son las verdaderas riquezas y a quien debemos de dar honra y agradecimiento es a Dios, como niños inocentes al igual que David, no permitamos nos confundan las cosas del mundo, solo sintamos el gozo en el Señor.

Amén